La donación de médula ósea sólo se realiza si existe un hallazgo de compatibilidad del donante con un paciente que la necesita. Hasta entonces sólo se realizan los pasos previos a la donación.
En el Centro de Transfusión Sanguínea de Navarra (Banco de Sangre) te realizarán un cuestionario clínico sobre tu estado de salud y firmarás una hoja de consentimiento informado.
Se te tomará una muestra de sangre para completar tus datos sanitarios, como grupo sanguíneo, Rh, HLA y serología.
Confirmada tu aptitud como donante de médula tus datos quedan incorporados al Registro Español de Donantes de Médula y, automáticamente también, al registro internacional que engloba a todos los posibles donantes de médula del planeta.
En caso de que se encuentre a algún enfermo compatible con su médula, el siguiente paso sería la donación de médula. Dependiendo del lugar de dónde se extraigan los progenitores hematopoyéticos existen dos procedimientos.
Prácticamente en desuso, menos del 2% de las donaciones actuales.
Intervención quirúrgica. Es un procedimiento quirúrgico que se realiza bajo anestesia general o epidural y siempre en un hospital especializado. Los médicos utilizan unas agujas aspirativas y jeringas para extraer la médula ósea procedente del hueso de la cadera (en la parte posterior de la pelvis).
No deja secuelas. La médula del donante se regenera en pocos días y se repone por completo en un intervalo de 4 a 6 semanas. La estancia en el hospital es de 24 horas.
Efectos secundarios y recuperación. Es posible que sienta dolor en la parte inferior de la espalda durante unos días o más. Muchos donantes regresan a su rutina normal en unos pocos días.
Más del 98% de las donaciones actuales.
Máquina de aféresis. El donante es conectado a una máquina de aféresis sin ingreso ni anestesia. Se coloca una vía venosa de salida en un brazo y otra de entrada en el otro. La máquina hace circular la sangre continuamente por un circuito que separa las células necesarias y devuelve el resto de los componentes sanguíneos por la otra vía. En la mayoría de los casos es una sesión que puede durar entre 4 y 5 horas.
Inyección estimuladora. En los días previos a la donación se le aplica al donante una inyección estimuladora que provoca el aumento del número de células formadoras de sangre en el torrente sanguíneo.
Efectos secundarios y recuperación. Se puede tener dolor de cabeza, de huesos o de músculos varios días antes de la extracción. Los efectos desaparecen poco después de la donación.